En una era marcada por el uso de Internet y la capacidad de interconexión entre sistemas, la ciberseguridad se ha convertido en una preocupación de primer nivel. A medida que avanza la tecnología, también lo hacen las habilidades de los ciberdelincuentes, quienes explotan cada avance en una suerte de transformación digital a la medida.
En este escenario, la Inteligencia Artificial (IA) se presenta como un actor clave, proporcionando herramientas avanzadas tanto para mejorar la defensa como para ejecutar ataques más sofisticados. Frente a esta dualidad, el enfoque de “confianza cero” se presenta como una estrategia más que necesaria para afrontar los nuevos retos de protección de los sistemas de información.
Adoptando el lema de «nunca confiar, siempre verificar», este modelo aborda la ciberseguridad bajo la premisa de que las amenazas pueden surgir desde cualquier lugar.
El modelo zero trust se basa en el principio de que ninguna entidad, interna o externa, debe tener acceso a los recursos de una organización sin una verificación previa y continua. Elimina la idea de confianza implícita en cualquier elemento de la red, ya sea un usuario, un dispositivo, una aplicación o un servicio. En su lugar, se establecen controles de seguridad estrictos y dinámicos que verifican la identidad y el contexto de cada solicitud de acceso o transacción, y que se aplican de forma consistente en todos los niveles de la red. De esta forma, se reduce la superficie de ataque y se previene el movimiento lateral de los atacantes dentro de la red.
¿Cuáles son los principios del modelo zero trust?
El modelo Zero Trust se basa en varios principios fundamentales que redefinen el enfoque de la ciberseguridad:
- Nunca confiar, siempre verificar: Este es el lema central de Zero Trust. Asume que las amenazas pueden surgir tanto dentro como fuera de la red tradicional. Por lo tanto, cada solicitud de acceso, independientemente de su origen, debe ser verificada.
- Verificación rigurosa de la identidad: La autenticación fuerte es crucial. Esto a menudo implica el uso de autenticación multifactor (MFA) para garantizar que solo los usuarios autorizados puedan acceder a los recursos.
- Acceso de menor privilegio: Los usuarios solo deben tener acceso a los recursos que necesitan para realizar sus tareas específicas. Esto limita el potencial daño en caso de una violación de la seguridad.
- Microsegmentación: La red se divide en segmentos más pequeños para controlar el acceso y el movimiento dentro de la red. Esto ayuda a prevenir que los atacantes se muevan lateralmente a través de la red una vez que han ganado acceso.
- Monitoreo y registro continuos: Todas las actividades en la red deben ser monitoreadas y registradas. Esto permite la detección rápida de actividades sospechosas y facilita la respuesta a incidentes.
- Inspección y registro de todo el tráfico de red: Zero Trust implica inspeccionar y registrar todo el tráfico de red, incluidas las comunicaciones internas, para detectar actividades maliciosas.
- Seguridad integrada y holística: El modelo requiere una integración de diversas tecnologías de seguridad (como firewalls, sistemas de prevención de intrusiones, análisis de comportamiento, etc.) para proporcionar una defensa en profundidad.
- Evaluación continua de riesgos y adaptabilidad: Zero Trust es un enfoque dinámico que requiere una evaluación constante de los riesgos y la adaptabilidad a las nuevas amenazas y tecnologías.
Estos principios trabajan juntos para crear un entorno de seguridad donde la confianza no se otorga implícitamente basándose en la ubicación en la red, sino que se gana a través de una verificación continua y una validación rigurosa de todas las solicitudes de acceso a recursos y datos.
¿Cuáles son los beneficios del modelo zero trust?
- Mejora la visibilidad y el control de la red, al identificar y monitorizar todos los elementos que interactúan en ella.
- Aumenta la protección de los datos sensibles, al limitar el acceso solo a las personas y entidades autorizadas y al cifrar la información en tránsito y en reposo.
- Facilita la adaptación a los cambios y la innovación, al permitir el uso de tecnologías como la nube, el internet de las cosas, la movilidad o el teletrabajo, sin comprometer la seguridad.
- Reduce los costes y la complejidad de la gestión de la seguridad, al simplificar la arquitectura de la red y al automatizar los procesos de verificación y respuesta.
¿Cuáles son los desafíos del modelo zero trust?
- Requiere un cambio de mentalidad y de cultura organizacional, al pasar de un enfoque reactivo a uno proactivo y de confianza a desconfianza.
- Implica una inversión inicial en herramientas y recursos, que deben ser compatibles con el modelo zero trust y que deben integrarse entre sí y con los sistemas existentes.
- Demanda una capacitación y una concienciación continua de los usuarios, que deben seguir las buenas prácticas de seguridad y cumplir con las políticas y los protocolos establecidos.
- Supone un equilibrio entre la seguridad y la experiencia de usuario, que debe ser óptima y no generar fricciones o inconvenientes.
¿Cómo puede ayudarnos ante las nuevas amenazas asistidas con la Inteligencia Artificial?
- Prevención de accesos no autorizados: La IA se está volviendo cada vez más sofisticada en imitar el comportamiento humano, lo que podría permitirle eludir los controles de seguridad tradicionales. Sin embargo, con el modelo Zero Trust, cada solicitud de acceso es verificada rigurosamente, lo que hace que sea más difícil para un ataque basado en IA ganar acceso a sistemas críticos sin la debida autorización.
- Detección de anomalías: La IA puede ser utilizada para generar ataques automatizados y persistentes que evolucionan con el tiempo. Los sistemas de Zero Trust incorporan un monitoreo continuo del comportamiento de usuarios y dispositivos, lo que permite detectar y responder rápidamente a patrones anómalos que podrían indicar un ataque de IA.
- Respuesta adaptativa a amenazas: En un entorno Zero Trust, las respuestas a las amenazas de seguridad pueden adaptarse rápidamente. Dado que la IA puede aprender y modificar sus tácticas, esta adaptabilidad es esencial para mantenerse al día con las amenazas emergentes.
- Minimización del daño interno: La microsegmentación, un componente clave de Zero Trust, limita el acceso de la IA solo a partes de la red necesarias para una tarea específica. Esto significa que, incluso si una IA maliciosa obtiene acceso, su capacidad para moverse lateralmente y causar daños extensos se ve severamente restringida.
- Mejora de la autenticación y autorización: La IA puede ser utilizada para realizar ataques de suplantación de identidad (phishing) y obtener credenciales de usuario. Las tecnologías de autenticación multifactor (MFA) y la gestión de identidad y acceso (IAM), fundamentales en Zero Trust, ayudan a prevenir que estas tácticas sean exitosas, requiriendo múltiples formas de verificación que serían difíciles de replicar por la IA.
- Capacitación y concienciación: La educación continua sobre las amenazas emergentes, incluidas las que involucran IA, es crucial. Un modelo Zero Trust implica un enfoque proactivo en la formación del personal sobre los últimos métodos de ataque, incluidos aquellos potenciados por IA.
Luís Ángel Martínez
Sistemas y Seguridad
Luís Ángel Martínez
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