Desarrollo de negocio
Desarrollo de negocio
Todos sabemos que en los inicios de la pandemia el teletrabajo se convirtió en la única solución para cumplir en su totalidad con las tareas laborales diarias.
¿Pero el teletrabajo al 100% es la mejor solución? ¿Qué opináis?
Comenzamos diciendo que al principio todo funciona porque es la novedad y los cambios nos hacen motivarnos y movernos de forma diferente, pero en el momento que nos acostumbramos, todo tiende a reducir los índices de productividad.
En el teletrabajo es igual. Es cierto que es muy positivo porque nos ayuda a ser más responsables, a organizar nuestro tiempo de trabajo, ahorramos en desplazamientos (sobre todo en tiempo) y podemos compaginar mejor nuestra vida personal con la profesional. Hasta ahí, todo correcto y se justifica y mucho el teletrabajo, sobre todo en épocas en la que la salud está en riesgo.
Pero no tenemos que olvidar que el teletrabajo también tiene sus contras, sobre todo cuando es la única fórmula y se extiende en el tiempo.
Si nos pasamos todo nuestro tiempo teletrabajando vamos a entrar en desidia, estaremos reduciendo nuestro tiempo de compartir con otros profesionales, algo que es sumamente enriquecedor, dejaremos de estar al día de tendencias y vivencias de otros, nuestras habilidades sociales se van a ver mermadas, dejaremos de tener una rutina muy marcada e incluso, en casos extremos, descuidaremos nuestro aspecto y cuidado personal porque bueno…, si teletrabajamos, ya no tenemos esa necesidad. ¿No creéis?
Interactuar con otros profesionales de nuestro entorno es muy saludable y necesario. Es fundamental que nuestros compañeros de trabajo nos cuenten de viva voz qué están haciendo, que pongamos en común ideas y proyectos. El café de media mañana es un punto de compartir de un gran valor tanto personal como profesional, mejor que un café virtual, en el que no todo el mundo participa.
Y por supuesto, los proyectos se ven mermados en creatividad. Es cierto que podemos realizar y con éxito reuniones en remoto pero se pierde y mucho el poner en común las ideas en una reunión de briefing o creativa.
Por este motivo, las empresas comenzaron a buscar estrategias para conseguir el equilibrio entre el trabajo presencial y el trabajo remoto
Los nuevos modelos de trabajo surgidos en consecuencia han demostrado que pueden ser una oportunidad para la igualdad. La flexibilidad de poder trabajar entre dos y tres días por semana desde un lugar remoto, que no tiene por qué ser el propio hogar, puede ser clave para lograr organizaciones con empleados con más bienestar y salud.
La mejor solución es conseguir un equilibrio saludable en el que siempre se estudien y analicen las particularidades de cada empresa, sus equipos, sus necesidades y diseñar un plan de trabajo nuevo. Teniéndolo en cuenta, tenemos el éxito asegurado.
Seguramente muchos de vosotros, después de haber leído este artículo, os sentiréis muy identificados y… ¿Por qué no? Os invitamos a que nos contéis vuestras experiencias, comentarios o recomendaciones al final del post, que por supuesto, nos resultarán muy interesantes y enriquecedoras.