Ser productivo implica tomar decisiones.
Decidir implica elegir entre diferentes opciones, un proceso que comienza con la identificación del problema a abordar. Por ello, es importante analizar las alternativas y las consecuencias de cada una de ellas.
En el transcurso de la jornada laboral, son muchas las situaciones que requieren de una toma de decisiones ágil y coherente. El hecho de actualizar de forma periódica tus conocimientos y habilidades, y mantener una actitud proactiva, facilitan de forma sustancial este proceso. Sin embargo, este no es el único aspecto a considerar. A continuación, te damos algunas claves para que tu capacidad de decisión sea más eficaz y precisa, reduciendo con ello la dependencia de tus inmediatos superiores y, con ello, agilizando el proceso productivo.
Decidir implica elegir entre diferentes opciones, un proceso que comienza con la identificación del problema a abordar. Por ello, analizar de forma pormenorizada las alternativas a nuestro alcance y las consecuencias de cada una de ellas, será determinante.
FASE DE IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA Y BÚSQUEDA DE POSIBLES SOLUCIONES
El origen del problema a abordar es de gran importancia, pues nos permitirá tener una visión más clara, no solo de los motivos que lo han originado, sino también de sus posibles consecuencias. Como suele ser habitual, los primeros pasos son los más complejos. De modo que abordarlos con una actitud positiva, evitando caer en el desánimo o el miedo, será imprescindible. Busca información, estudia las posibilidades a tu alcance y analiza las soluciones que otros han dado a situaciones parecidas en el pasado.
Recuerda: buscar información, ha de ser siempre el paso previo a pedir ayuda. Sé independiente y no busques a tu inmediato responsable para que sea quien te de la solución o se encargue de abordar el asunto. Si necesitas de su aprobación, realiza la consulta planteando opciones; que vea que has pensado en el tema y te has preocupado de buscar alternativas. De otro modo, si lo afrontas con una actitud pasiva y con la intención de quitarte el problema de encima cuanto antes para que otro lo arregle, bien por irresponsabilidad o por falta de fe en tus propias capacidades, tu crecimiento profesional se verá limitado, pues, como decía Chopin: “Toda dificultad eludida se convertirá más tarde en un fantasma que perturbará nuestro reposo.”
Piénsalo: si tu jefe o coordinador, te ha encargado un trabajo que se supone que está a tu alcance por formación y experiencia, y forma parte del trabajo para el que has sido contratad@, ¿crees que es un proceder adecuado devolver el problema a ese jefe o coordinador sin haberlo resuelto? Y, lo que es peor, ¿crees que valorará positivamente el hecho de no haber luchado todo lo que ha estado a tu alcance?
TRUCO: en muchas ocasiones, contar con un compañero que nos dé su opinión es una buena idea, pues te permitirá evaluar el asunto desde perspectivas que no habías contemplado.
FASE DE EVALUACIÓN DE ALTERNATIVAS Y SELECCIÓN DE LA MÁS ADECUADA
Ya dispones de todas las alternativas que has podido recopilar tras un análisis sobre el origen del problema y la posterior búsqueda de soluciones. Llega el momento de evaluar cada uno de esos posibles caminos, con la finalidad de optar por aquel que, en función de la inversión en tiempo, dinero o esfuerzo necesarios, sea el más adecuado.
TRUCO: en ocasiones no es sencillo seleccionar la mejor opción. Un buen truco es ir descartando aquellas que, por diferentes motivos, presenten inconvenientes de implantación, de relación con otras fases del proyecto, etc. Ir descartando aquellas menos adecuadas nos llevará a definir la opción más apropiada.
FASE DE IMPLANTACIÓN
Una vez tomada la decisión, es el momento de su implantación. De existir alguna duda, este puede ser un buen momento para consultar a tu responsable, con la finalidad de confirmar la idoneidad y viabilidad de la solución a implementar. De todos modos, piensa que tu decisión cuenta con un análisis previo en profundidad, con lo que, en muchas ocasiones, la opinión de tu responsable puede que no esté tan fundamentada como la que has elaborado. Es el momento de defender tu decisión desde el respeto y la coherencia. El sentido común será quien decida.
FASE DE ANÁLISIS DE RESULTADOS
Tras la implantación, es momento de analizar los resultados obtenidos. ¿Hemos solucionado el problema? ¿Se han generado problemas secundarios? ¿La relación entre esfuerzo realizado y beneficio obtenido ha sido adecuado? Analizar los resultados te permitirá no cometer los mismos errores en el futuro.
Recuerda que todos nos equivocamos. Cometer errores es algo natural en el proceso de aprendizaje, sobre todo en campos tan cambiantes y disruptivos como el tecnológico que evoluciona cada día. Muchas veces construimos el camino a medida que lo recorremos, con lo que es fácil cometer errores. Lo importante es poder avanzar juntos en la resolución de los mismos, pues de este modo no solo aprenderemos, sino que haremos equipo.
CONSEJO: Evita desarrollar una total dependencia de tus superiores, pues te incapacitará para el trabajo diario. Si tus superiores te han contratado para desempeñar un trabajo, es porque ellos ven en ti las cualidades necesarias. No permitas que la falta de seguridad en ti mismo te atenace, pues depender en demasía de ellos puede ser un gran escollo para el desempeño de tu trabajo diario y un obstáculo para sus tareas de gestión y coordinación. No permitas que tu inseguridad te lleve a no tomar decisiones, pues esta actitud puede ser considerada una falta de compromiso o de capacidades.